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Blanca "Titi" López de Viglione nos dejó esta mañana un gran legado y mejor enseñanza.
Nació en La Pampa, un 3 de marzo de 1919. Ya siendo una señorita, se mudó a Buenos Aires donde conoció a quien fuera su esposo el egiptólogo Fausto Viglione y primer Director del Museo Histórico “La Campana”, ad honorem, en Esteban Echeverría.
Nació en La Pampa, un 3 de marzo de 1919. Ya siendo una señorita, se mudó a Buenos Aires donde conoció a quien fuera su esposo el egiptólogo Fausto Viglione y primer Director del Museo Histórico “La Campana”, ad honorem, en Esteban Echeverría.
Montó una mini empresa de confección de ropa en Spegazzini, teniendo su domicilio en Monte Grande.
Blanca siempre tuvo lugar para la labor solidaria hasta este último tiempo, siempre pensando en tejer bufanda para los más necesitados.
A nivel local a integrado prácticamente todas las Entidades de Bien Público. Blanquita trascendió su localidad como a ella le gusta llamar a Monte Grande, sus reuniones podían ser en un centro cultural de nuestra ciudad como en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
Varios premios y reconocimientos engalanan un lugar de su casa donde ella los miraba y admiraba, contando con orgullo el día en que cada uno le fue entregado.
Esta mañana con 92 marzos en su vida, nos dejó, pero su legado y recuerdo estará presente en todos los que la conocimos y es deber nuestro que trascienda a futuras generaciones ya que es parte de nuestra historia lugareña.
Sus restos serán despedidos a partir de las 10hs. en la casa velatoria DeLorenzi
Sus restos serán despedidos a partir de las 10hs. en la casa velatoria DeLorenzi
¡Hasta siempre Titi!
Lamentablemente no hay tantas personas como la Señora Blanca Viglione. No la vamos a olvidar, es un compromiso.
ResponderEliminar¡Gracias Blanca por tu transparencia!
ResponderEliminarUna gran mujer... eso fue mi abuela! Un gran ejemplo para todos los que la rodeamos, un ejemplo de esperanza, entereza, alegría, sencillez, pero sobre todo de AMOR hacia los que la rodeaban y hacia la vida. Agradezco a Dios infinitamente habermela regalado todo este tiempo y encima como mi abuela! Y a pesar de la ausencia física que tanto hace doler a mi alma, me crea la esperanza de, en un futuro, reencontrarnos planmente junto a nuestro Padre! Hasta pronto Abue!
ResponderEliminarEscuché su programa señora y todo lo que dijo sobre Blanca fue real. Muy lindo homenaje y no la vamos a olvidar por su gran solidaridad.
ResponderEliminarUna gran mujer... eso fue mi bisabuela! Un gran ejemplo para todos los que la rodeamos, un ejemplo de esperanza, entereza, alegría, sencillez, pero sobre todo de AMOR hacia los que la rodeaban y hacia la vida. Agradezco a Dios infinitamente habermela regalado todo este tiempo y encima como mi bisabuela! Y a pesar de la ausencia física que tanto hace doler a mi alma, me crea la esperanza de, en un futuro, reencontrarnos planmente junto a nuestro Padre! Hasta pronto Abuela titi!
ResponderEliminarAgradezco al diario "La tercera" que publicara esta nota donde intenté reflejar solo un poquito de todo lo que fue Blanquita.
ResponderEliminarInolvidables Blanquita y Fausto a quienes conocí en vetustas épocas cuando vivían en Bvd. Bs.As. (entonces Uriburu). Recuerdo que ella tenía un poco o bastante miedo de las momias y restos de indígenas y animales precolombinoss que él encontraba excavando por ex tierras incaicas y demás etnias. lo cual guardaba transitoriamente arriba o debajo de muebles y rincones hasta tanto los enviaba en donación al Museo de La Plata. Hablando de esto con un amigo mío de la Capital, Cyril O'Brian, que era un antropólogo trotamundos de origen irlandés, al saber que Fausto proyectaba fundar un Museo echeverriano, quiso conocerlo y en una visita que le hicimos, le llevó de obsequio una calavera de muchacha indígena de nuestra zona. la cual se exhibe en nuestro Museo de La Campana.Recuerdo muchas instancias de Blanquita y de Fausto, que superan las posibilidades de este espacio.
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